Desde el punto de vista metodológico:
Es importantísimo contar con los conocimientos previos de los alumnos (evaluación inicial), y a partir de este momento desarrollar una evaluación continua centrada en el de desarrollo de las actividades, proyectos o unidades didácticas. Al final de cada práctica o proyecto es muy importante que los alumnos sepan y sean conscientes de lo que han aprendido, por ello, en mi opinión hay que favorecer la autoevaluación y la reflexión, además de la evaluación final por parte del profesor, tomando como referencia esa evaluación final y dando especial importancia al proceso de aprendizaje. Esta evaluación final siempre debe ser en un tono positivo, destacando las competencias adquiridas.
Desde el punto de vista de la creatividad:
Es cierto que hay alumnos con mayor sensibilidad que otros, es decir, que esta está más desarrollada, y normalmente serán estos los que desarrollarán mayor creatividad. También es cierto que no siempre se les da bien expresarla desde el arte. En este caso el problema es menor, ya que con el aprendizaje de técnicas y procedimientos debería solucionarse.
En el caso de alumnos con menor sensibilidad, su aprendizaje será más costoso, ya que les costará más desarrollar cualidades que les son impuestas, no innatas. En este caso el problema es mayor, pero siempre se podrá avanzar desde el camino de la motivación y el aprendizaje de técnicas.
¿Cómo evaluarlos?
Teniendo en cuenta tanto los aspectos curriculares (objetivos alcanzados) como los personales (cualidades, interés, trabajo, actitud y aptitud), y siempre en referencia con sus conocimientos previos.
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